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Excelencia a lo Swarovski

La fama de los cristales de Swarovski ha recorrido los cinco continentes durante muchos años y todavía hoy en día son una de las joyas más demandadas. Este tipo de cristales tienen un secreto bien guardado ya que se componen de vidrio y plomo. Se han expandido no sólo en el mundo de la joyería, sino que también están presentes en bolsos, zapatos, ropa y hasta ordenadores.

Cristales de exposición

Para rendir homenaje a este imperio del cristal, con origen en Austria, existe el museo “Crystal Words”, toda una maravilla. Se ubica en la localidad de Wattens, en las afueras de Innsbruck, en el Tirol y homenajea a Daniel Swarovski, un hábil cortador de cristal que con una máquina inventada por él mismo consiguió cortar el cisne, que hoy sirve de logotipo de la firma que corta sus piezas manualmente.

Más de diez millones de personas han pasado por este museo desde su apertura, en 1995. No solo lo que muestra es valioso, sino que además su estructura en sí resulta un verdadero gancho a la atención puesto que, integrado en el subsuelo de los Alpes, el recinto es un laberinto que simula el interior de un gigantesco diamante. Sus 14 salas (llamadas ‘las Cámaras de las Maravillas’) exponen diversos tipos de cristales, así como distintos artículos elaborados con este material.

La mayor tienda Swarovski

En el mismo museo existe una tienda, la Swarovski más grande del mundo, que posibilita que las compras sean enviadas al país de origen previa devolución del IVA. Objetos de arte maquillan el entorno natural, con el característico laberinto y un jardín alpino. El visitante podrá disfrutar de una bien preparada gastronomía, llevar a los niños a la zona exclusiva preparada para ello o ser partícipe de las exhibiciones de arte en las distintas salas.

Algunos clientes opinan que los precios de entrada son muy elevados y que los atractivos del exterior del museo son mayores que los de sus interiores. Por otra parte, la cara gigante de la entrada de hierba anegada de brillantes y de la que sale una cascada, resulta uno de los elementos que más atención llama a los turistas.