Río Sava

Los ríos resultan interesantes atractivos para una multitud de personas que prefieren el turismo natural. En ellos se une el placer de las aguas, la pesca, la expedición, entre otros. El Sava es uno de ellos, que con 990 km de largo resulta el segundo afluente más largo del Danubio, después del Tisza. Hoy fluye por cuatro países, con predominio en Serbia y conecta tres capitales europeas (Liubliana en Eslovenia, Zagreb en Croacia y Belgrado en Serbia).

Su nacimiento es en los Alpes Julianos, a una altitud de 1.222 m, cerca de la frontera italiana. Crea una catarata de 60 metros, forma lagos , orignia varias islas grandes en Serbia (Podgoričkaada, cerca de Provo y la isla de Ada Ciganlija, es el centro turístico más popular de Belgrado) y posee un potencial de producción eléctrica en su curso alto, hasta de 3,2 millones de megavatios por hora.

Río Sava para pesca

El desmembramiento de Yugoslavia a inicios de la década de 1990 complicó la situación de compartir entre varios países las aguas del río. Hoy, por suerte, se ha logrado una relativa comprensión, por la interferencia de organizaciones internacionales, debido a su gran importancia. Pero, producto a que el valle del Sava es una vía natural para el transporte terrestre, que incluye ferrocarril y autopista desde Belgrado hasta Zagreb y rutas para oleoductos de petróleo y gas desde Croacia hasta Serbia, el río está contaminado y no se ha hecho lo necesario para mejorar su situación.

El Sava ha cambiado su curso muchas veces a lo largo del tiempo, empujado por la ligera pendiente de la llanura panónica hacia el sur, y por la fuerza de sus afluentes desde el lado derecho hacia el norte. Como consecuencia de la considerable urbanización de las ciudades, partes importantes de las riberas del río se han poblado, como ocurre ahora en ciudades como Liubliana y Sarajevo. Su cauce es navegable en unos 593 km, desde su confluencia con el Danubio hasta la desembocadura del Kupa en Sisak, lo que es aprovechado por muchos turistas para sus expediciones.