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Palacio de Amalienborg

Cuatro edificios de estilo rococó componen el Palacio de Amalienborg, que hoy es la residencia de la familia real danesa en Copenhague. El arquitecto N. Eigtved lo diseñó entre 1750 y 1768 y desde finales del siglo XVIII, cuando un incendio destruyó el Palacio real de Copenhague, se convirtió en lugar de alojamiento de los reyes.

Hoy este lugar es muy visitado por daneses y turistas de todo el mundo, que no se resisten al encanto arquitectónico y estilístico de esta construcción. En realidad son cuatro palacios diferentes, organizados alrededor de una plaza octogonal. El fundador de Amalienborg, Frederick V, se ubica como estatua en el centro.

Los cuatro palacios que conforman Amalienborg son el Palacio de Cristian VII o Palacio Moltke, ubicado al suroeste, usado para visitas oficiales; el Palacio de Cristian VIII o Palacio Levetzau, que es el palacio noroeste, y se usó como residencia del príncipe Federico de Dinamarca hasta el 2004; el Palacio de Federico VIII o Palacio Brockdorff, que resulta el palacio noreste, donde la reina Íngrid de Suecia vivió hasta su muerte en el año 2000; y el Palacio de Cristian IX o Palacio Schack, que es el palacio sureste, residencia de la soberana desde 1967. Sólo los palacios de Cristian VII y de Christian VIII están abiertos al público.

Con espectáculo incluido

Un verdadero espectáculo es la tradición de la guardia del palacio, que cada mañana sale a las once y media a pie y a caballo en dirección de la residencia real, para el cambio de turno. Esta ceremonia sólo se realiza diariamente cuando la reina está en su palacio.

Esta construcción está considerada, actualmente, como una de las mejores piezas de la arquitectura danesa y el más exquisito ejemplo de la arquitectura rococó. Por suerte, a diferencia de otros palacios del mundo, este se encuentra bien utilizado. Posee un fuerte trabajo de conservación y la aceptación de las personas que lo visitan es inmensa.